Historia
Los indígenas kumiai descendientes del grupo Yumano, llamaban Wa-cuatay al paraje donde hoy se encuentra la ciudad de Playas de Rosarito, ellos esencialmente eran semi-nómadas; para subsistir durante una época del año vivían de la recolección de plantas, yerbas y semillas y en el invierno se dedicaban a la cacería y pesca.
Al terminar España la conquista del Imperio Azteca, Hernán Cortés escucho algunas leyendas fabulosas acerca de que al noroeste del país había una península o isla. Cortés envió 3 expediciones en busca de la isla California de la cual se supo que no era una isla sino una península, gracias a Francisco de Hulla.
La fecha exacta al descubrimiento de California no se conoce, solo sabemos que la expedición al mando de Fortín Jiménez de Bertadoña en 1533, descubre accidentalmente las costas de California. Años más tarde, el 23 de septiembre de 1542, el gran navegante Juan Rodríguez Cabrillo, fue el primer explorador que pasó por este paraje, quien recorrió en seis días la costa de Ensenada a San Diego.
Siglo XVII
Las misiones
En 1697 los misioneros de la Compañía de Jesús iniciaron la evangelización a partir de Loreto, expulsados del reino de España, setenta años después el rey Carlos III es quien ordena que las misiones dejadas por los jesuitas en la California se le otorguen a la orden religiosa de los Franciscanos, que más tarde convienen con los dominicos mediante un concordato.
En 1772, se otorgan facultades a ambas ordenes para que dividan el terreno de las misiones a su conveniencia, estableciéndose una línea divisoria para marcar la Baja California al cuidado de los dominicos, y la alta California al cuidado de los franciscanos.
Hacia el año 1773, correspondió a Fray Francisco Palou, marcar la primera frontera, entre la antigua y la nueva California, colocando una cruz de madera enmedio de un conjunto de rocas conocidas como Mojonera de Palou, en el antiguo camino real correspondiente a «La punta que cae a la playa», llamada después «punta del descanso» donde se localiza actualmente el Centro Histórico y Cultural Calafia.
Posteriormente en 1778, el padre dominico Fray Luis de Sales, encontró unas rancherías indígenas en lo que hoy es Rosarito, extendiéndose así una nueva frontera, la frontera dominica hasta el arroyo de «Barrabás», hoy conocido como arroyo «Rosarito».
Las 2 divisiones político religiosas se localizan dentro del municipio de Playas de Rosarito y son anteriores a la actual línea divisoria internacional México-Estados Unidos, consecuencia del Tratado de Guadalupe Hidalgo que puso fin a la guerra de Estados Unidos contra México.
Cada una de las misiones fundadas por los dominicos comprendía un cierto número de rancherías que agrupaban a una pequeña cantidad de indios, entrando en contacto misioneros e indígenas, enseñándoles algunas formas de trabajo así como la evangelización.
Finalmente hacia el año 1834 todas las misiones de los dominicos que comprendía las misiones de San Miguel Arcángel y el Descanso fueron abandonadas por la secularizaciónde los bienes del clero y la despoblación que ocurrió.
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